martes, 5 de abril de 2011

La carta natal de la Argentina (1)


UNA MIRADA ASTROLÓGICA SOBRE NUESTRO PRESENTE
DESDE NUESTRA HISTORIA   por Olga Weyne       


LEJANA TIERRA MÍA...
Lo que sigue es la transcripción, editada y adaptada -y que publicaremos en tres tandas- de "La Argentina que somos". Fue una charla-debate organizada por la Red LunaVenus en Casa XI cuando transcurría el lejano 24 de enero de 2002 ¿recuerdan? El momento más desquiciante de la última gran crisis económica-social de nuestra historia (1).

En esas charlas quisimos compartir desde la lectura astrológica no sólo los mojones angustiantes del momento –la desocupación y la miseria crecientes, el corralito, los nodos de trueque, las colas en embajadas y consulados de los buscaban irse del país, los cacerolazos, el enorme descrédito de todos los políticos- sino bucear además en nuestro pasado histórico y desde el paradigma astrológico. Pero quisimos hacerlo en un lenguaje abierto al público en general. El ejercicio propuesto a los astrólogos presentes fue: ¿será posible trasladar nuestro código a palabras de todos los días, para compartir con los amigos? Decidimos intentarlo y eso nos obligó a muchas simplificaciones, pero por otro lado se abrió un panorama de intercambio muy rico con quienes no se han entrenado aún en el lenguaje astrológico.

El 12 de febrero de 2011 en una nota de este blog (¿Qué es mirar astrológicamente la realidad?) sinteticé los puntos de partida de ese trabajo del año 2002 (2). En los años siguientes, la mirada que propuse aquella vez sobre la historia astrológica de la Argentina fue profusamente re-transmitida y citada con generosidad por alumnos, colegas y amigos no astrólogos. Sin embargo, muchas veces se hizo sin revisar uno de los presupuestos que me animaron y me siguen animando todavía hoy: la insistencia en que se trata sólo de una mirada más, emitida desde una intención personal. Hoy abril de 2011, a diez años de aquel mojón doloroso de nuestra historia, en un momento de giro desafiante como pocos en esta Argentina que Somos, reedito este trabajo para AATP con la misma intención y reiterando otro propósito de base de aquel momento: que la astrología no sea un refugio ni una ilusión de mirada neutral y única. Que como lenguaje -sagrado, si se quiere- siga siendo un aporte a las transformaciones que vivimos. 


IMÁGENES PARA “TENDER PUENTES”: SÓLO ESO
Algunas imágenes sencillas empiezan a ser compartibles y habituales desde el imaginario colectivo contemporáneo y a los astrólogos nos brindan mucha ayuda didáctica, aún cuando las definiciones y exactitudes “trinen”. En esta nueva transcripción -adaptada y editada para los escenarios del presente año 2011- igual que en aquel lejano 2002, maximizaremos la intención de compartir códigos, acercar las orillas, tender puentes en definitiva. Y minimizaremos de nuevo las exigencias analíticas.

Así por ejemplo, en lugar de hablar de “la energía de la carta natal” vamos a otorgarnos licencia para usar la expresión “ADN o genoma” del país (entendido “el país” como un sujeto colectivo), sin intentar ni remotamente una definición técnica del concepto de ADN. De manera semejante y aproximativa nos valdremos de otras imágenes-puente como “luz y sombra”, “era de Acuario”, “qué implica simbolizar”, “qué son las imágenes arquetípicas que podemos leer en una carta”.


LA ARGENTINA Y SUS CRISIS REITERADAS... ¿ECONÓMICAS, SOCIALES... O EMOCIONALES? ¿Desde dónde abordarlas para repensarlas, para aprender de ellas?

El clima colectivo que se vivía en los días de aquella charla (enero de 2002) era emocionalmente intenso y agitado, y muchos de nosotros aún lo recordamos muy bien. Periódicamente estos climas retornan. Hoy por ejemplo -principios de abril de 2011 en pleno arranque del  año electoral- mientras adapto esta nota escucho las posiciones encontradas, extremas, totalmente polarizadas, de tirios y troyanos sobre el supuesto “bloqueo sindical a Clarín” y sobre un aún más supuesto ”ataque a la libertad de prensa”. No soy neutra al respecto y también mi parte emocional se ha alineado. Desde esta orilla y como ciudadana, me posiciono y argumento: no siento que haya tal ataque. En mis seis décadas de vida pocas veces asistí a tanta libertad de opinión, de expresión y de prensa, oral y escrita, y lo celebro enormemente. Es uno de los motivos por lo que apoyo gran parte de las propuestas del actual gobierno. Hasta aquí mi alineación emocional-mental, o sea, mi parcialidad.

En paralelo y desde la lectura que empezaremos a ofrecer en estas notas, coloco una hipótesis en otro nivel de inclusión y propongo que hay un “núcleo” difuso, oscuro y boicoteador (mirado desde el psiquismo colectivo argentino, si aceptamos este otro supuesto). Me animo a leer este núcleo a partir de la carta de nuestro país, de esta Argentina que Somos, así como de otros núcleos que le hacen de contrapeso. Digo también que ese núcleo -oscuro, boicoteador, auto/destructivo- nos contiene a todos los que participamos de esta representación del colectivo llamado Argentina. E incluyo no sólo a aquéllos con quienes disiento y me producen en este momento emociones de rechazo -Duhalde, Lanata, Macri, por citar sólo algunas figuras más conocidas- sino que también incluyo a personas con las que coincido: Cristina, Néstor, Sabbatella, Sandra Russo, Aliverti. Y obviamente me incluyo a mí misma. Todos incluidos en este núcleo oscuro del sujeto colectivo llamado Argentina, todos sintiendo que esa “otra parte” expresada por “esos otros detestables”... ¡nada tiene que ver “conmigo”!... Pero algunos de nosotros, por lo menos cada tanto, cuando nos serenamos un poco, intentamos a la vez percibir que “todos” bailamos una coreografía en conjunto, que nos tocan diferentes pasos de baile en distintos lugares de la escena, momento a momento. Y que “lo otro” me constituye, pese a lo distante y enemigo que parezca.

Ya sé que no es sencillo mirar desde aquí, y deconstruir creencias de polarización del psiquismo humano milenario. Pero a eso me dedico, esto es lo que me transmitió la astrología humanística y transpersonal difundida por mi maestro Eugenio Carutti, de quien recibí los amplios y poderosos paradigmas de Dane Rudhyar y Alice Bailey. De cualquier manera insisto -esta es una intuición que no recibí de ninguno de estos maestros y de la que me hago cargo de manera personal- incluso este marco amplio, enormemente incluyente de la astrología en la cual me formé y que hoy me dedico a difundir, es para mí también una mirada más dentro de muchas otras. Hoy miro desde aquí la realidad y desde esta perspectiva vuelvo a ofrecer una descripción de la Argentina que Somos.

En aquel momento del 2002 se trataba de una economía y de una sociedad que caían, ambas, en picada. Hoy estamos en un debate totalmente diferente -los disparadores externos cambiaron, la economía, la sociedad y sobre todo la cultura ciudadana cambiaron- pero “algo”, según mi hipótesis, insiste en seguir mostrando el mismo hilo conductor... “Algo” que, algunos creemos, se sigue escabullendo de las lecturas políticas, económicas y sociales de “la realidad”.

Intentemos por lo tanto un abordaje, uno más de tantos. Todo aporte astrológico, científico, filosófico, artístico- me parece que necesita sincerar DESDE DÓNDE sus hipótesis son generadas. Pese a que siento el regalo de contar con uno de los métodos más incluyentes y complejos para una lectura de la realidad en sus distintos niveles -la lectura astrológica- siento a la vez que ningún astrólogo “mira neutro”. No es la primera vez que les escribo sobre esto; ya puse por escrito esta posición –esta creencia- en mi blog personal en la nota (“Feliz cumpleaños presidenta. Cristina Fernández de Kirchner hoy cumple 58 años”, del 19 de febrero de 2011) (3)

Ninguna hipótesis de las que aparecerán a continuación proviene por lo tanto de una mirada astrológica supuestamente neutra. Creo que esta neutralidad no es posible –salvo en el pensamiento mágico o devocional- por lo menos mientras los astrólogos y astrólogas sigamos aquí en la Tierra, densamente encarnados y lidiando igual que el resto de los humanos con nuestras penosas subjetividades.

EL “ADN” DE LA CARTA NATAL DE LA ARGENTINA)
Vamos a entrar ahora en la lectura de la Carta de la Argentina. Les proponemos mirarla primero: es la que sigue a continuación. Usaremos la carta más difundida entre los astrólogos argentinos (que rectificada da Ascendente a 24º de Libra).



Para poder entendernos -y compartir con los amigos no astrólogos- ideamos un método que nos evitará narrar demasiado técnicamente, aunque hemos incluido algunas fórmulas sencillas, que esperamos serán de fácil comprensión.

El método es el siguiente: cada vez que mostremos elementos de este ADN de la Argentina dibujaremos la “fórmula” –sólo para uso y lectura de los astrólogos- pero nos propondremos decodificarla de inmediato en términos coloquiales. Los astrólogos van a intuir rápido -por su experiencia en leer estas fórmulas- de qué “partes del ADN” estaremos hablando.

Querría sostener como trasfondo la descripción de creencias de una nota anterior, relativas a “lo viejo y lo nuevo” (4). Con lo expuesto hasta ahora se debe ya percibir que nuestra propuesta es no engancharnos en la polarización sino en lo posible evitarla y -aún más- comprenderla. Gran parte de la población padeció en el año 2002 los efectos del “corralito” o del “corralón”, mientras que otra gran parte no los padecimos por motivos obvios: porque no teníamos plazos fijos ni depósitos bancarios. Ahora bien: en este punto queremos proponer que estar “afuera o adentro” es una oposición falsa, es una opción o alternativa que carece de sentido, porque todos estamos involucrados en una vibración que incluye ambos extremos. Dentro o fuera del “corralito”, a la crisis del 2002 la padecimos todos.

Nuestro deseo es no ahondar la polarización sin comprenderla, y por eso  vamos a intentar ver desde esta concepción más sintética algunos puntos del ADN o del “genoma” de la Argentina.

A esto que a continuación vamos a llamar “núcleos”, los vamos a reconocer de inmediato, porque cualquier descripción sociológica o histórica de la Argentina propondría ese conjunto de significaciones. ¿Cuál es el aporte que queremos hacer desde la astrología? Pues que dichos conjuntos o núcleos no surgen en primer lugar de la capacidad analítica y asociativa de un sociólogo o de un historiador, sino que previamente están presentes en un mapa astrológico –un ADN- calculado en este caso para el mediodía del 9 de Julio de 1816 en Tucumán. O sea que primero se toma en cuenta el agrupamiento “energético” y recién luego esto intenta ser confirmado por un conjunto de rasgos histórico-sociológicos.


NÚCLEO UNO: LA ABUNDANCIA
cc
Fórmula técnica para los astrólogos







Traducción para todos
Júpiter en la casa uno
Urano-Neptuno y el Nodo sur en Sagitario
Sagitario como cúspide de la casa dos.

Intento de descripción del núcleo
La Argentina es realmente abundante. Las crisis económicas periódicas nos han vuelto escépticos y ahora nos burlamos un poco de esta afirmación, sin embargo, la abundancia es un dato real del ADN de la carta de la Argentina.

¿Recuerdan aquellos libros de lectura que nos hablaban de los cuatro climas, de todas las razas, de los campos extensos? Pese a nuestro escepticismo estructural, es una verdad geográfico-económica incontrastable. Pues bien: el ADN de la carta natal de la Argentina habla claramente de abundancia, y todo astrólogo que lea esta “fórmula” del Núcleo Uno coincidirá. Lo llamamos el “núcleo jupiteriano/sagitariano” de la carta, y eso significa abundancia, confianza, cantidad a disposición. Pero hay algo más, y es que Urano y Neptuno implican funciones transpersonales mientras el Nodo Sur acarrea cierto tironeo... ¿kármico? –ay qué noción difícil para occidente- y así hace finalmente la predisposición a la desmesura y al derroche.

Lectura coincidente con “la realidad” previamente auto-confirmada, y bueno: esto es construir hipótesis fértiles, finalmente. No digan que no resuena verosímil la descripción, y en paralelo los nomencladores astrológicos dicen exactamente eso.

Ahora bien: sabemos que cuando hay abundancia real –o sea material- hay facilidad para la confianza, y también para la generosidad. Por lo tanto, para que todos nos identifiquemos en principio con este núcleo, vamos a enunciar primero sus rasgos positivos. Porque todo núcleo implicaría algo así como “cara y ceca” de la misma moneda.

CARA  (en luz)

  • CONFIANZA
  • ABUNDANCIA REAL
  • GENEROSIDAD
Pero vivimos todavía enquistados en las viejas creencias –y como todas tienen que ver con el malentendido de la dualidad- es por eso que en general estos núcleos, estas zonas de nuestra energía, se manifiestan como si estuvieran “dados vuelta”, o como si fueran cara y ceca de una misma  energía. En astrología llamamos a esto el juego de “luz y sombra” y en términos jungianos hablaríamos de un movimiento inconsciente compensatorio.

Así es como esa energía de la cara luminosa existe y seguirá existiendo. La abundancia es un hecho real. Pero la cara oscura es la que frecuentemente usamos o practicamos (didácticamente diríamos sus virtudes se manifiestan pero “en sombra”). Y la mejor manera de darnos cuenta es a través de esos refranes tan, pero tan nuestros. Por ejemplo: ¿quién no escuchó alguna vez la expresión “Dios es Argentino”, o “Con una cosecha lo arreglamos” ?

Estas frases traducen, transparentan el mismo núcleo de la abundancia sólo que “dado vuelta”, vivido infantil e inmaduramente. Si hurgamos en nuestra idiosincracia, encontraremos otras expresiones equivalentes: “Déme dos”/ “Siempre que llovió, paró...” /“Los argentinos somos derechos y humanos”

Esta última es una frase tristemente célebre pero ... ¿se ve lo que queremos mostrar con esto? Por un lado que un mismo núcleo, una misma agrupación “energética” -que los astrólogos podemos aglutinar técnicamente porque sus componentes tienen una clara homogeneidad simbólica- expresa a su vez un correlato sociológico o histórico de vivencias compartidas. Por otro lado, que ese correlato tiene inevitablemente cara y ceca, luz y sombra. El mismo motivo por el cual la Argentina tiene abundancia real, generosidad, posibilidad de confianza... fue lo que hizo que este potencial fuera mal usado, derrochado y que derivara en una cara oscura, en una “sombra”...

CECA  (en sombra)
  • “DIOS ES ARGENTINO”
  • UTOPÍAS
O sea que esta cara no es distinta de la anterior, es su cara oscura, opuesta y complementaria. Es la del derroche de la abundancia, la de la falsa confianza, la que cree que “alguien siempre se va a hacer cargo de mí”... La que elabora falsos sueños de grandeza... 




Este es el aporte que queremos hacer. Desde sus clases Eugenio Carutti nos acostumbró a recordar que “talento es detrimento” así como “detrimento es talento”. O sea que desde el mismo núcleo energético con el que se constelaron mis flaquezas y mis oscuridades, puedo resignificar mi parte luminosa. Y viceversa.


Continuaremos con las siguientes partes:
2) Los restantes cinco núcleos del ADN de la Carta de la Argentina
3) Cómo estos seis núcleos orbitan entre sí armando un circuito circular repetitivo y cómo en algún momento ese círculo del “eterno retorno” se puede transformar en espiral (y así salir de su estancamiento).
.    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .     .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .     .    .    .    .    .  

 NOTAS

(1) Charla/debate de enero 2002 Enlace a artículos en la web de Casa XI  
Editada y adaptada por O.W. en abril 2011, para el blog de Astrólogos Argentinos Tendiendo Puentes.

(2) ¿Qué es mirar astrológicamente la realidad? 12 de febrero de 2011.  Enlace a nota

(3) “Feliz cumpleaños presidenta. Cristina Fernández de Kirchner hoy cumple 58 años” 
19 de febrero de 2011 Enlace a nota

(4) ¿Qué es mirar astrológicamente la realidad? 12 de febrero de 2011 (loc cit) Enlace a nota

3 comentarios:

  1. Si, cierto. Y también es cierto que nos exploramos, que las contradicciones son el juego, el verdadero juego que jugamos. No siempre las cosas deben tener sentido. La tuya aporta el sentido, tu opinión y tu aporte justificado tiene sentido. esa también es la CARA. La CECA es el sinsentido, es el absurdo y no me atrevo a negarlo.

    Muy buen aporte. Parece cuerdo.

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  2. Gracias Pablo, igual falta gran parte de la nota todavía (la fragmentamos en tres para no agotar las paciencias).

    Es sólo el aporte "desde una orilla" para un cruce... vaya a saber "hacia dónde" (ni siquiera sabemos si el desde, el hacia y sobre todo el para qué, serán algo más que otros bonitos puentes verbales ¿no?
    Cariños
    Olga

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  3. HOLA OLGA COMO SIEMPRE TAN CLARA, TU APORTE ES IMPORTANTISIMO, PARTIENDO DE UNA MISMA POSICIÓN SOCIO-POLITICA VEO LO MISMO Y LO COMPARTO, ESTOY TRABAJANDO EN ALGUNOS GRUPOS POLITICOS DE MUJERES Y VOY A TRATAR DE LLEVAR ESTE APORTE A LA RELFEXIÓN, GRACIAS FLORA

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