ASTROLOGIA Y ENFERMEDAD
Jorge Bosia (*)
El artículo que figura abajo tiene más de 10 años.
Hasta hace dos días sólo lo había puesto en acción cada vez
Hasta hace dos días sólo lo había puesto en acción cada vez
que tenía oportunidad de ver a alguien aquejado de estos síntomas.
Pero hace unos días el país se enteró de que nuestra Presidenta tendría
un tumor en esta glándula, debido al cual le será extirpada.
un tumor en esta glándula, debido al cual le será extirpada.
Fundado en lo expresado en ese lejano artículo -que el resto de los colegas
de AATP me solicitó colgar en nuestro blog- es harto probable que como
mucho ese proceso tenga algo más de un año de desarrollo.
Ahora bien, lo que le ocurre a nuestra Presidenta no es un simple caso
de disfunción de la glándula, sino la extirpación completa de la misma,
lo cual supone una variante interpretativa, aunque el fondo de la cuestión no varía.
Creo por lo tanto que la situación actual puede entenderse, tal como lo sintetizo
en el final del artículo bajo el subtítulo:
APÉNDICE: 28 de Diciembre de 2011
Sobre la operación de tiroides de Cristina Fernández de Kirchner
que todo informe, todo discurso, toda expresión se hace siempre desde una posición tomada. Por tanto, es un deber de honestidad no sólo asumir conscientemente dicha posición,
sino también explicitarla para que los lectores tengan la oportunidad de tener una lectura
avisada del mismo.
Por tanto, declaro que este informe se escribe desde una posición que el autor considera
favorable a la grandeza de la Nación y la felicidad del pueblo, y de simpatía por las banderas
de la independencia económica, la soberanía política y la justicia social que, según pienso,
están bien representadas por la actual conducción del Estado.
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ASTROLOGÍA Y ENFERMEDAD
Jorge Bosia (Buenos Aires 2001)
¿Tiene algo que decirnos la Astrología sobre las enfermedades?
A menudo se suelen proyectar sobre ella fantasías y demandas que, a mi juicio, superan ampliamente sus límites. Eso es lamentable, porque la Astrología sí tiene muchas cosas que decirnos sobre las enfermedades, siempre que no se le exijan imposibles. ¿Qué cosas?
favorable a la grandeza de la Nación y la felicidad del pueblo, y de simpatía por las banderas
de la independencia económica, la soberanía política y la justicia social que, según pienso,
están bien representadas por la actual conducción del Estado.
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ASTROLOGÍA Y ENFERMEDAD
Jorge Bosia (Buenos Aires 2001)
¿Tiene algo que decirnos la Astrología sobre las enfermedades?
A menudo se suelen proyectar sobre ella fantasías y demandas que, a mi juicio, superan ampliamente sus límites. Eso es lamentable, porque la Astrología sí tiene muchas cosas que decirnos sobre las enfermedades, siempre que no se le exijan imposibles. ¿Qué cosas?
En esto quiero ser muy claro: a mi juicio la Astrología no sirve como método para prever qué enfermedades vamos a sufrir –salvo de una manera muy vaga-. En cambio, sí sirve para comprender lo que las enfermedades significan en nuestras vidas. O sea: para averiguar cuál es el mensaje que la enfermedad nos está tratando de transmitir. Y conocer cuál es el significado de la enfermedad es sumamente importante, pues si sabemos lo que la enfermedad nos quiere decir, y seguimos esa indicación, favoreceremos decisivamente el proceso curativo.
Para explicar más claramente lo que quiero decir, tomaré como ejemplo los problemas que genera el mal funcionamiento de la glándula tiroides (tiroidismo), trastorno muy extendido.
Hace algunos años realicé una investigación sobre las enfermedades de esta glándula (**). Fue una investigación llevada a cabo con un grupo interdisciplinario que incluía, entre otros participantes, a varias psicólogas, una médica, dos ingenieros, y varios docentes, todos los cuales, son expertos, también, en Astrología.
A partir de esa investigación y de observaciones particulares realizadas posteriormente en el trabajo como consultor astrológico (***), pude comprobar la fertilidad de aplicar la Astrología a la comprensión del sentido de las enfermedades. Quiero contarles brevemente los
resultados de esa experiencia, en lo que se refiere a la tiroides.
¿Qué es la glándula Tiroides?
La tiroides es una de las glándulas que regulan el metabolismo. Se ubica en la parte anterior del cuello y produce varias hormonas, entre las cuales la principal es la tiroxina. Para elaborar esta sustancia la glándula procesa el yodo que encuentra en la sangre, adonde ha ido a parar luego de ser ingerido con los alimentos.
La principal disfunción de la tiroides se refiere a la escasez o exceso en la producción de tiroxina, lo que da dos cuadros sintomáticos llamados: hipotiroidismo e hipertiroidismo, respectivamente.
Cuando falta tiroxina (hipotiroidismo) el metabolismo se hace más lento y las consecuencias apreciables suelen ser: piel seca, pálida y áspera, menor sudoración, cabellos ralos y secos, uñas quebradizas, temperatura corporal disminuida, apatía, lentitud de movimientos y reflejos, menor fuerza muscular, digestión lenta, menorrea, anemia y aumento de peso.
En cambio, cuando el nivel de tiroxina es excesivo (hípertiroidismo) el metabolismo se acelera y se pueden dar estas consecuencias: piel enrojecida y húmeda, transpiración abundante, aumento de la temperatura corporal, taquicardia, diarrea, caída del cabello, exoftalmia (ojos saltones) y aumento del apetito (pero con disminución de peso).
Significado de la glándula Tiroides
Según el simbolismo astrológico la zona en que se ubica esta glándula (el cuello) corresponde al planeta Venus y al Signo de Tauro. Y si recurrimos al origen de la palabra ‘tiroides’, comprobaremos que viene del griego y que significa “con forma de puerta”. Por lo tanto, el significado originario de la palabra está muy relacionado con Venus, porque la puerta es el lugar de entrada y salida o, digamos: del aceptar y el ofrecer, que es la esencia del amor. Y Venus simboliza justamente, el amor.
El yodo, por su parte, es un metaloide extremadamente activo, muy corrosivo –como habrá comprobado algún lector que dejó que su bicicleta se mojara con el agua de mar, pues el agua de mar suele tener mucho yodo-, y también altamente tóxico. Nuestra hipótesis es que el yodo se relaciona con el planeta Plutón y el Signo de Escorpio, complementarios de Venus y Tauro respectivamente.
La mitología confirma que Venus es la diosa del amor, de la gracia, de la complaciente amabilidad, de la aceptación. Por su parte, Plutón simboliza el poder que surge de la unión –en el sentido en que se dice: “la unión hace la fuerza”-, es decir, de la sinergia.
Venus y Plutón son opuestos, pero...
...tienen una cosa en común: ambos son una forma de unión: en un caso la unión que llamamos amor, en el otro, la unión que llamamos poder.
El amor y el poder –Venus y Plutón-, pueden llevarse bien o pueden llevarse mal. Un ejemplo de llevarse bien es la procreación: allí amor y poder –de generar vida-, van de la mano. En cambio, cuando estas dos fuerzas se llevan mal, todos sabemos lo que pasa: las relaciones se transforman en sado-masoquistas, uno de los integrantes de la pareja somete al otro, etc.
Otro ejemplo se da en la glándula tiroides. Si la glándula –Venus- se lleva bien con el yodo –Plutón-, todo funciona bien, el metabolismo tiene un ritmo normal. Pero si se llevan mal, sobreviene la enfermedad de la tiroides.
En efecto, la cantidad correcta de tiroxina es el resultado de la unión –amorosa y poderosa- entre la tiroides y el yodo.
Pero la clave para comprender las enfermedades es aceptar que los mismos principios –por ejemplo: Venus y Plutón-, funcionan tanto en el organismo, como en la conducta y el alma. De modo que, cuando las fuerzas del amor y el poder no se armonizan en el alma y la conducta, tarde o temprano se van a desarmonizar también en el cuerpo, enfermándonos, y viceversa.
Cómo surgen las enfermedades de la Tiroides
Lo que he comprobado una y otra vez en mi práctica de consultor astrológico y en el trabajo de acompañamiento de la sanación, es que las personas que sufren de tiroidismo, se han hallado ante una situación de impotencia, frente a la cual se sienten aterrados.
Pero la historia viene siempre de más atrás. La disfunción aparece, por ejemplo, ante la pérdida de un personaje poderoso en la vida del enfermo (el padre, la madre, un cónyuge o socio), al que el enfermo le otorgaba mucho poder. Esa donación de poder tenía en la vida del enfermo una razón: el “poderoso” se hacía cargo de algunas tareas que la persona misma se sentía incapaz de enfrentar.
Como vemos, hay una relación de amor-poder, pero bajo una forma polarizada: el que luego enfermará vive la situación como “amor” –en verdad, es una suerte de sometimiento sutil-, el otro también vive la situación como amor –pero en verdad está en el polo del “poder”, también sutilmente-.
Mientras se mantenga esa situación la persona no enferma. Lo que produce la enfermedad es que súbitamente desaparezca el “poderoso solucionador”, de la vida del enfermo; sea porque se muere o porque se va. Su desaparición o alejamiento deja al futuro enfermo espantosamente solo ante una situación que no ha podido encarar en el pasado y que cree que no podrá encarar, lo que le genera una suerte de “vacío de poder”. Es en esa situación desesperada que sobreviene la enfermedad. La glándula se hace cargo de la tarea de comunicarle el asunto a la persona ¡para que lo pueda resolver mejor que antes!
La analogía es simple: la alianza con un “poderoso” que se hace cargo de los desafíos que el enfermo prefería no enfrentar, equivale a la glándula tiroides, mientras que esos desafíos que superan a la persona –y también el poderoso que los enfrenta por ella- es el yodo. O sea: la persona logra, mediante una unión, tener el poder que sola cree no tener; pero el problema es que hace una unión despareja: se alía con un “poderoso” que se hace cargo de aquello para lo que ella se siente impotente.
Cuando se rompe el equilibrio
Pero, a pesar de que esta es una forma pobre de unión, en la que el amor se confunde con un sometimiento sutil y el poder se proyecta sobre el “poderoso”, en la medida en que ese equilibrio se mantiene, la glándula funciona normalmente. El problema surge, repetimos, cuando súbitamente, se rompe ese equilibrio.
Pongamos un ejemplo: una mujer hace una alianza (Venus) con el padre, de modo que éste enfrenta las cuestiones que ella no logra enfrentar (Plutón). Allí todavía no hay síntomas; pero un día muere el padre. Ése es el momento en que se revela la enfermedad.
El hipotiroidismo y el hipertiroidismo son dos variantes que expresan los rasgos de personalidad de los enfermos. El primero es la variante de los más tranquilos, el segundo es la variante de los más activos; pero en realidad, ambas variantes son, simbólicamente, la misma cosa.
Puede ser útil para entender cómo se produce esta enfermedad, recurrir a una metáfora: imagine el lector a alguien que tiene un temible oso atado con una cadena en el fondo de su casa, esta persona cree, por ejemplo, que la presencia del oso hace que nadie se atreva a asaltar su casa (posibilidad que la llena de terror). Todo va bien durante un tiempo; pero un día, al volver a su hogar, comprueba aterrada que la cadena está rota y el oso no está a la vista.
Ese sería el momento en que se desata la enfermedad.
Dicen que ante el ataque de un oso caben dos estrategias: hacerse el muerto, o correr a toda prisa. El hipotiroideo representa el primer caso, el hipertiroideo es el que escapa a toda prisa. Lo que se pierde es el equilibrio que la persona había conseguido descargando el fardo de su impotencia relativa, sobre un tercero. Desaparecido el tercero, todo el terror y la impotencia se manifiestan.
La persona, sin embargo, no puede confesarse esto, de modo que es la glándula la que se hace eco de la situación, tratando por medio del lenguaje de los síntomas, de mostrarle al enfermo lo que ocurre.
Por consiguiente, cuando nos encontramos con alguien que tiene esta disfunción, se trata de hacerle comprender lo que no quiere ver: que se siente impotente o incapaz de enfrentar ciertos desafíos a los que considera aplastantes. ¿Para qué mostrarle esta verdad? ¡Para que se anime a enfrentar esos desafíos por sí misma!
La toma de conciencia
Simplemente, ha ocurrido que la persona ya está madura para asumir un poder mayor; que era el que antes tenía proyectado sobre su aliado “poderoso”. Ahora éste ya no está y ella se tiene que hacer cargo de lo que resolvía aquél. Si la persona logra enfrentar al objeto de su terror, su problema tiroideo disminuye o desaparece.
Por supuesto, que este proceso de toma de conciencia no suplanta al médico.
Lo que aporta el trabajo de autoconocimiento referido a las enfermedades es una ayuda y un acompañamiento para el tratamiento médico, sea éste el de la medicina común o el de medicinas alternativas.
Lo que sí se puede afirmar es que, por más que el tratamiento aconsejado por el médico produzca una recuperación, si el enfermo no toma conciencia del significado de su enfermedad, es muy probable que este significado reaparezca bajo una forma de enfermedad más grave.
De allí la importancia de hacer el esfuerzo de interpretar la enfermedad.
Y es para eso que la Astrología tiene mucho que decir.
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APÉNDICE: 28 de Diciembre de 2011
Sobre la operación de tiroides de Cristina Fernández de Kirchner
Obviamente, la muerte del ex presidente Néstor Kirchner fue esa ruptura del equilibrio capaz de suscitar los síntomas. Más allá de que ambos militaron y gobernaron juntos toda su vida, es muy probable que en el equilibrio interno de la pareja, Néstor se hiciera cargo de algunas cosas que Cristina prefería dejar en sus manos (así como ella haría lo propio con otras cuestiones). La desaparición de Néstor, desbalanceó ese equilibrio y puso en manos de Cristina la totalidad del poder, incluso de aquellos temas que por alguna razón resolvía Néstor.
Mi sensación es que Cristina los tomó sin vacilación y se hizo cargo de todo, no obstante que el proceso interno puede haber estado atravesado por dudas, temores y angustias, como le hubiera ocurrido a cualquiera.
La extirpación de la glándula, por tanto, simboliza en este caso, un cambio drástico en el modo de hacerse cargo del poder por parte de nuestra Presidenta. La glándula, acostumbrada al antiguo equilibrio, ya no puede tomar a su cargo la nueva situación y da un paso al costado, podríamos decir, dejándole el campo libre para que administre el poder
de otro modo, ya sin el complemento de su esposo.
Pienso que esto Cristina ya lo hizo; por eso creo que la operación quirúrgica es casi un trámite del que saldrá airosa. El carcinoma es un síntoma que indica el éxito de la adaptación a la nueva situación. Es como si la glándula dijera: “ya no me necesitás, podés administrar conscientemente la tiroxina y dejar atrás el mecanismo automático”.
Repito que -arriesgando, pues obviamente no tengo todos los datos de la situación y sólo observo como un simple ciudadano-: la situación es un indicio de que Cristina ya es capaz de administrar el poder de un modo autoconsciente. El reemplazo de la glándula por el manejo de la dosis adecuada mediante una ingesta reflexiva y sabia de la tiroxina es algo que debemos saludar como una mejora cualitativa en el manejo del poder de la persona que conduce el país.
Lo antedicho no implica que no haya conflictos y problemas en algunas áreas. No estoy diciendo que Cristina es infalible o algo por el estilo, todo lo contrario, el manejo consciente es cualitativamente superior, pero a la vez está más expuesto a errores. Creo que las
turbulencias con ciertos dirigentes sindicales, por ejemplo, requieren de nuestra Presidenta un manejo virtuoso y sutil del poder. Lo que sugiero es que podemos confiar en esta conducción para la Patria, y también que tenemos que ayudarla.
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* Astrólogo, Profesor de Filosofía, especialista en Mitología,
Codirector del Proyecto Trenkehué.
** La investigación la realizó, entre 1995 y 2001, un grupo de estudio
de la Escuela de Astrología del Proyecto Trenkehué, y participaron de ella,
además de quien escribe estas líneas, las Lics. Cristina Cavalleri,
María Risetti, Clelia Meana y Zulema Castiglione, la Dra.Cristina González Casal,
los Ingenieros Carlos y Roberto Tereschuk, la Sra. Sandra Alarcón, entre otros.
*** Practico la consulta Astrológica desde 1984.
Estimado Jorge
ResponderEliminarComo médica, astróloga e hipotiroidea (las 3 cosas) me parece interesante el análisis en cuanto a las disfunciones tiroideas. Yo misma creo que mi hipotiroidismo se declaró claramente en una situación de impotencia, y luchar o escapar es la reacción de stress típica. Sólo quisiera acotar, y sin que esto implique una opinión de este caso en particular, que el cáncer suele ser netamente plutoniano y que por otro lado los que tomamos levotiroxina todos los días sabemos que la fuente de energía de nuestras células ha pasado a estar por fuera de nuestro organismo y de ella dependemos, lejos de ser más independientes. La tiroides es quien regula todos los procesos metabólicos de los que extraemos energía para vivir, de allí los síntomas de su disfunción en más o en menos.
Puntualmente creo y deseo que todo sea para bien en este caso.
María Rosa
Interesantisimo el articulo, como astrologa y terapeuta floral, coincido totalmente. Tambien estoy de acuerdo con Maria Rosa. El liberarse de la dependencia de la figura de poder deberia realizarse de un modo mas saludable que haciendo un cancer... Tiene que ver con un conflicto severo, muchas veces el cancer se asocia con resentimientos, emociones muy anquilosadas... De cualquier manera el deseo es que todo sea para bien. A veces este tipo de pruebas nos hacen replantear y comprender procesos que de otra forma no se pueden ver... Igualmente como astrologa me preocupa que se opere con Luna en Tauro, siguiendo las enseñanzas de Ptolomeo no habria que tocar con hierro el organo o parte del cuerpo por donde transite la Luna en ese momento, y es sabido que Tauro representa la zona de la garganta... He observado que no necesariamente es tragico, pero aparecen complicaciones no previstas, o se prolonga el periodo de recuperacion. En fin yo hubiera elegido otro dia, sobre todo teniendo en cuenta que el tema no es nuevo y la operacion es programada... Gracias por compartir la informacion y permitirnos participar!!!
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo en todo Danadiana. A mí me preocupa la Luna en Tauro, esperemos que en este caso Ptolomeo esté distraído. Gracias por esta posibilidad de intercambio!
ResponderEliminarCreo que es fabuloso el estudio que se ha hecho con respecto a la tiroides, pero con todo el respeto, me parece que el cáncer no es una declaración de adaptación, sino de algo que se ha deformado en el intento de desconocer afectos reprimidos. El deseo, también simbolizado por Venus, cuando es sometido a contradicción; o vulnerado en alguna de sus formas, tiende a ser desconocido para la consciencia, y es desde allí, desde el fondo de psiquismo, desde donde asoma como un síntoma: en este caso el cáncer, que en sí, se transforma a su vez, en algo desconocido para el sistema inmunológico: toda una analogía entre lo que desconoce la consciencia (o intenta desconocer) y luego el se refleja en el cuerpo que desconoce lo que lo habita (y lo "posee" en el sentido plutoniano de la palabra; en sentido violatorio). Por otra parte, puede ser que el desarrollo del mismo, tenga un año de antigüedad; sin embargo las verdaderas raíces, habría que buscarlas en las reacciones automáticas e inconscientes, en donde no quedaría excenta la Luna (sistema de defensas), y es muy probable que se trate de cuestiones algo más antiguas. Como bien se dijo aquí, la astrología no es exacta. Pero es un hermoso y completo mapa que habla en conjunto y no por sectores. Y al mapa se lo debe escuchar hablar. Si el rey triunfa, el pueblo triunfa. La mejor de las suertes para Cristina.
ResponderEliminarGracias a todos por seguir sumando informacion que nos abren la mente a nuevos enfoques. Solo queria agregar que la enfermedad del cancer, no hay que olvidar que se asocia al "descontrol": las celulas cancerosas de multiplican desordenadamente formando un tejido distinto de las celulas normales. El tema del manejo del poder, del control, tiene que estar presente en un cuadro asi. Sin duda esta enfermedad nos enfrenta a nuestra vulnerabilidad como seres humanos, y representa una oportunidad de aprendizaje, muy dura por cierto, pero unica... "Lo que no mata fortalece"... Lo mejor para Cristina, y que esta experiencia le permita crecer y con mayor experiencia de vida, guiarnos con sabiduria mas alla de las adversidades.
ResponderEliminarAgradezco profundamente los aportes de Danadiana, Gabriela y María Rosa. Es así como se avanza, aportando sin dejar de expresar los disensos. Yo creo que las miradas de ustedes se centran más en el hecho de que se trata de un cáncer, asunto que, efectivamente, yo eludo en este artículo, pues el origen de la investigación se centró en la glándula, independientemente de cuál fuera la causa de sus disfunciones. Creo que los aportes de ustedes son valiosos si nos centramos en el cáncer. La pregunta sería: ¿por qué en este caso el problema vino a través de un cáncer y no de otras disfunciones?
ResponderEliminarEn esa línea creo que tenemos mucho por investigar y comparto que la interpretación, en tal caso, tiene que ir mucho más allá de lo expresado en mi artículo. Por suerte siempre queda mucho por seguir preguntando e investigando.
En cuanto al precepto Ptolemaico, yo creo que tenemos que hacer algunas aclaraciones que responden a los avances de la teoría astrológica y de los conocimientos en general. Yo creo que, como en el caso de los eclipses de Luna, para evaluar lo que pasa hay que considerar la situación de cada persona respecto de la Luna. No es lo mismo si alguien ha tomado distancia, liberándose en parte de los condicionamientos primarios representados por la Luna, que si la persona está totalmente atrapada en sus estrategias lunares. Creo que el precepto ptolemaico funciona para estos últimos, pero para los primeros no tanto. Es mi hipótesis, y habría que observar los casos concretos. Como yo apuesto (porque no la conozco en profundidad) a que Cristina ha trabajado bastante sus estrategias lunares, creo que no va a incidir demasiado el paso de la Luna por Tauro.